Cierta vez mi ex-pareja me pregunto acerca de la razón por la cual tenía yo una bolsa con un montón de cartas románticas de mi primera novia.
Le contesté:
- Obvio! Que querés? Que las tire...?
Y me dice, en una evidente posición tomada:
- Yo no tengo nada de mis ex’s.
O algo así. Y hasta me animaría a decir, que lo dijo con un ligero ánimo de querer ser imitada en su postura.
- Esto es parte de mi vida también. Esas cartas estaban dirigidas a mí. Una persona se sentó alguna vez y se tomó el tiempo de transcribir sus sentimientos en un papel. ("Cosas románticas", cuack!).
Sentimientos que, dios sabrá por qué, yo le generaba.
Y lógicamente soy parte de esa historia.
Historia que duro 10 años. La cuarta parte de mi vida.
Por supuesto que es entendible que una persona niegue rotundamente esto. Y que deseche de cuajo toda evidencia que le traiga a la cabeza el recuerdo de su "ex".
Quién sabe cómo habrá terminado esa relación, que acontecimiento llevaron al desenlace, de qué manera fue recibido y masticado el suceso en cuestión, y quizás lo más pesado: como fue llevado adelante de ahí en más.
Y seguramente de este último factor en particular, tendríamos frente a nuestra vista la principal razón de esa postura firme que intenta ser temeraria o desafiante.
- Yo no guardo nada de mis ex’s, GRRRRRRRR...!!! El día que yo termine esto, jamás vas a volver a saber de mí, GRRRRRRRR...!!!
Jaja! Suena triste más allá de que resulte gracioso.
Y por supuesto que no pasó de esa manera.
Me escribió un montón de veces, me lloró, me reclamó, me buscó... y no me jacto de eso. Para nada.
Jamás me hice desear. Y nunca la negué.
SIEMPRE la recibí. Mierda, era la persona que yo amaba!
Era una mina con la que se podía hablar de ciertos temas y defendía los puntos de vista de su propiedad a capa y espada...
Y eso era (finalmente) admirable.
Más allá de tener o no razón, y sea lo que fuere que habláramos era muy pasional, enérgica.
Se decía "radical". Algo con lo que yo no simpatizaba. Pienso que la mayoría de las veces, llegar a la raíz de los asuntos significa llevarse puesto todo por delante. TODO.
Los silencios de días, de semanas, de meses, al menos los míos, se debían a eso.
Toda "charla", o conversación, o cruce de palabras ... terminaba en un reclamo.
De ella hacia mí. Obvio.
"Deja todo y venite".
Los momentos de no poder hablar se hacían esperar cada vez menos.
Hasta que en un momento TODO fue silencio. Fue NADA.
Lo tristemente gracioso del asunto es que un día se me ocurre escribirle...
La extrañaba. La extraño hoy.
Y jamás pude comunicarme con ella. En cambio, me atendió una mujer a los gritos, prepotente, que me basureó mal...
Analizando la situación tiempo después, pensé en el empoderamiento... porque me pregunté a mi mismo:
- Es porque soy hombre...?
JAJAJAJAJA...!
Posta. Me lo pregunté.
Y me pregunté también si realmente ella pensaba en ese momento que yo tenía la intención de querer boludearla.
Chamuyarla. Manipularla.
Se sabe...
El tipo, el hombre, tiene esa costumbre de mierda.
Jugar de local en toda cancha con la camiseta titular del patriarcado, hachándole toda chance a la minita. Por ese lado se puede pensar que este bien que actué a la defensiva... no?
Por otro lado, es una cagada saber que no te va a creer. Que va a pensar que sos un mentiroso...
Que sos uno de esos que solo la quiere coger, mas allá de cualquier otra cosa...
Es una cagada saber que jamás fuiste todo eso que te dijo que eras... (y que te creíste).
Saber que en esta conga no sos esencial para nada.
De hecho, sos tácticamente permutable.
Que aquello que a vos te faltaba... seguro lo tiene otro.
Y aquello que vos tenías... qué más da si éste no lo tiene.
Te preguntas, inevitablemente:
Donde quedó todo lo que decía?
Tanto sueño, tanto beso, tanto amor...?
O sea... era un chamuyo?
Donde quedaron los planes, los deseos, las proposiciones...
Tan volátiles eran?
En realidad importa quién es uno en una relación?
O importa más quien cree uno que es el otro...?
En una de esas charlas que teníamos, no recuerdo de qué tema en concreto, yo le estaba compartiendo un pensamiento mío. Que tenía que ver con un compromiso personal.
Siempre me sentí orgulloso de ciertas cosas que aprendí en la vida.
Orgulloso de lo que me significó el haberlo aprendido.
Orgulloso de cómo fue que lo aprendí.
Orgulloso de la circunstancia en que ese aprendizaje llegó a mí.
Y todo como resultado de analizarlo en ese contexto socio-cultural vigente. Aunque me arriesgaría a calificarlo de actual.
Y aún orgulloso del resultado de ese análisis, a veces quedás solo.
Porque, obvio ... no todos vivimos de la misma manera.
No todos elegimos igual, no todos tomamos los mismos caminos para llegar donde estamos.
Y es así, que ciertas veces en el punto de llegada no hay nadie más que vos.
Y el compromiso deriva justamente de ahí.
De saber aceptar que tu solitaria posición en ese punto de llegada no minimiza para nada el costo y el valor que significa haber transitado el camino hasta ahí.
Así las cosas, ahí estaba yo, expresándole un pensamiento personal a ella...
Le comentaba que solía ver a varias mujeres padecer situaciones de violencia, locas a las que la habían cacheteado un par de veces, otras con las que no fueron tan sutiles, y directamente las cagaron a palos.
Algunas de ellas te venían con su triste historia y era un garrón lo que te contaban...
Entonces vos la apoyabas, le decías lo que te salía decirle.
Te ponías de su lado.
- No seas boluda. Cortá. No le hables más. No contestes. No lo escuches. No. No. No.
A las dos semanas, al mes, una te contaba que estaba embarazada.
La otra que se estaba por casar...
Jaja...!
Al final, resulta ser como una especie de humor negro ... pero es una situación triste, en realidad.
El punto era que yo le comentaba a ella que ese tipo de situaciones llegaba a enojarme...
Porque ... de qué carajos servía, primero, hablar?
Dejar de rascarme las pelotas, en el más bizarro de los posibles escenarios, o lo que sea que estuviera haciendo, y dedicar el tiempo a escuchar a la mujer por lo que estaba pasando con el pelotudo atómico que se estaba garchando.
Una vez. Cinco. Diez. Etcétera.
Las situaciones son en todos los casos las mismas. Y siempre van en escalada.
Primero le van a recriminar que porqué sale tanto.
Por qué habla mucho con fulanito, por qué llego tarde, por qué se puso tal ropa... Después que es una puta porque le mandó un dibujito por WhatsApp a un Juancho, después ya te la cachan del cogote, la zamarrean, le zampan unos tochis o le revolean una botella por la cabeza...
Jamás me pasó que a una amiga le hayan quitado la vida.
Tengo una amiga de Entre Ríos que me contaba acerca de una chica de su grupo de amigas en una situación similar.
Su pareja, uno de los mellizos del barrio.
La historia ... bueno, una historia con los mismos matices clásicos.
Se puede decir que la sacó un poco barata.
El chabón, el objeto del amor de esta piba en cuestión, la cagó a palos, le negó embarazos, le pidió los ADN...
Una vuelta la agarró a patadas en el suelo, junto con el hijo, que quizás viéndolo al padre entretenido, se copó también.
Otra vuelta la apuntó con un fierro en la cabeza.
En otra oportunidad, la desnudó y la sacó de la casa a la calle, cerrándole la puerta, negándole la entrada... no me acuerdo ahora porque razón. Y creo que a esta altura no importa.
Bue... se entiende el punto al que quiero llegar, no?
Según el relato de mi amiga, es bastante probable que quien este leyendo esto ahora, haya visto o escuchado a este tipo como invitado en algún que otro programa de información amarillista allá por el año 2017.
Y esto por qué...?
Y... porque, bueno, resulta que el hermano de este chabón, el otro mellizo, se había piantado del barrio porque lo andaban corriendo.
Y no por las dos o tres violaciones que tenía en su prontuario, porque hete aquí que un juez amigable lo había dejado en libertad, sino porque esta vez se había cargado a una piba a la salida de un boliche en Gualeguay.
Se llamaba Micaela García. Es probable que el nombre les suene.
Y por eso este pibe andaba paseándose por todos esos programas maurovialescos hablando sobre su hermano violín y asesino.
Bizarrísimo todo.
En fin.
Obvio que hoy por hoy, mientras escribo esto, y después de toda la ayuda profesional, y el apoyo emocional de todas las amistades en todos esos horribles que pasó la piba, y que pasaron todos en realidad, los tortolitos son felices y comen perdices.
Hasta creo que tuvieron un purretito mas según lo que contaba mi amiga. Que por supuesto andaba envenenada, raspando los dientes, porque la piba no le daba mucha bola.
Y ese es el punto al que me dirigía y me colgué como siempre.
Retomando...
Yo le comentaba a mi ex pareja que ese tipo de situaciones lograban generarme algunos sentimientos negativos.
Te defraudaba ver a la piba chocar una y otra vez con una pared. Y salir lastimada. Cada vez más. Y peor.
Explicarle lo grave de esos choques en un contexto donde otras pibas iguales a ella, y en su situación, con los mismos dramas, fueron asesinadas. Ya no están.
Dejaron hijos, dejaron padres, dejaron hermanos, dejaron amigos...
Te defraudaba también porque te sentías un boludo que todo lo que había hablado no había servido de nada.
Y entonces te cuestionabas...
Sirve realmente aquello que aprendiste alguna vez...?
Vale la pena comprometerse con ello durante las lecciones que te toma la vida?
Con las opciones que no se cansa de presentarte...?
O todo es lo mismo y al final todos somos iguales, hagamos lo que hagamos...?
...
...
...
En fin... ahí estaba yo comentándole mi experiencia y mi sentir en el momento en que ocurrían estos sucesos u otros similares, no tanto quizás en su ejemplificación, pero sí en su estructura definitivamente.
Opinando, dándole detalles de mi forma de actuar en esos casos.
Porque aclaro... yo soy un humano más. Vivo acá también, no? Bueno, sí. Quizás físicamente no lo parezco, pero les aseguro que lo soy.
Jaja...!
Y si alguien no entendió hasta acá, me enferma que una mujer sea tan pelotuda.
Y me enferma aún más sentirme yo un pelotudo por no ser ni querer ser de esa forma.
De esa forma que... asegura el resultado deseado.
Te gustan ese par de tetas... te gusta ese flor de culo...?
Bueno... hay una manera de conseguirlos que no falla!
Sino pregúntale a los mellis...!
Cuack!
- Y que querés... un premio?
Jajaja..!
Lo juro. Posta postín. Como decía el enano.
- Querés un premio...? - me dijo ella.
Y siempre digo y pienso... que ese tipo de cosas vos podes esperarlas de un cualquiera. Y ahí te termina cerrando que te respondan así.
Pero de ELLA...?
Yo entiendo lo del patriarcado. Ojota. Lo entiendo.
Y es más, lo comparto.
Creo en la existencia de ... "eso".
Ese poder gigante. Eso que logra que nos comportemos y que seamos de determinada manera.
Eso que ... perdón si suena mal, pero que logra cautivar, su método, su eficacia, su infalibilidad.
Lo intangible de esa mierda... la capacidad de inocularse en cada cabeza...
La destreza con la que logró que vivamos e interactuemos tanto tiempo sin sospechar siquiera de su existencia...
Y digo más, hoy que la palabra "patriarcado" la tira hasta L-gante en alguna nota para la televisión, y es de público conocimiento, decime si no es jodidamente alucinante que sea tan perfecto que aún en estas condiciones... logre que la sociedad lo niegue!
Dejame de jodeeeeee’...!!
Jaja!
Bueno, che...!
Entiendo, entiendo...
Está el tema de los privilegios. Ella siempre me hablaba de los privilegios.
De que nadie quería dejarlos.
Me preguntaba siempre:
- Vos pensás que no tenés privilegios?
Y yo le contestaba:
- Pienso que jamás los pedí.
Existe un hecho que es irrefutable.
Todos los tipos somos machistas.
Y por eso, todos tenemos ciertos privilegios.
Nos criaron así.
Bue... al menos a mí, para no hablar tan sueltito de toda mi generación.
Privilegio me suena a ventaja. Y yo no soy un ventajero. Ni crecí queriendo serlo.
Soy el primero en colocarse último, porque encuentro cierta comodidad en esa jugada. Porque en el fondo creo en mí. Porque confió en mí. Sobre todo porque se quién soy. Hasta donde puedo llegar.
Y porque desde ahí, me importa un carajo lo que el otro crea de mí.
Te da por las bolas que venga alguien a correrte y a quererte tomar por un ventajero.
Creo que soy tan argentino por haber nacido acá como machista por haberlo hecho bajo este sistema.
Y al parecer también mis viejos, los viejos de mis viejos, y así sucesivamente.
No está eso en tela de discusión. Por definición!
Esto es lo que hay...
Ahora... esto quiere decir que revelado un paradigma, yo tengo que seguir siendo como siempre fui...?
Tengo que APROVECHARME de esos privilegios que quedaron en evidencia...?
Por supuesto que no. Obvio.
Alguien puede pensar que de verdad me estaba APROVECHANDO de estos privilegios, de los cuales ni tenía idea que tenía...??
De que estaba llevando a cabo una conspiración...?
La persona que te amaba, o que decía que te amaba debe tener una cuota de desconfianza y de duda.
Lo tengo claro. Y hasta lo comparto.
Ahora ...
Hay que decir una cosa:
Que cagada tener que pasar por todo esto!
Que cagada haber nacido cuando nací...!
Jaja!
Hubiera sido mejor nacer en el año 3000 ponele...
Pero claaaaaaro...!
Cuando todo esto salió a la luz, cuando se convirtió en tema de todos los días, las cosas no estaban tan claras.
Por supuesto que no fue de un día para el otro.
Todo se fue dando de a poco. La mujer fue dándole manija al motor a través de los años y se traía al hombro una bolsa grande de reclamos.
La venían bolsiqueando, la venían cagando a palos, la venían violando, la venían matando, bue...
Y los hombres nos indignábamos porque una calle estaba cortada y no podíamos pasar, nos indignábamos porque pintaban unas paredes, porque salían a mostrar las tetas, porque no querían tener hijos...
Y se tiraban palabras de acá para allá, que "patriarcado", que "simonedebovuá", que "tercer ola", que "misoginia", que "empoderamiento"...
Y por ahí salía uno a decir:
- pero yo amo a las mujeres, vengo de una mujer!
Y por allá salía otro a decir:
- "Nadie menos" a todo pulmón. (Jaja! "nadie menos", que buenos tiempos!)
Los cambios de paradigmas, y más los ruidosos como éste, traían aparejados las tomas de posición. Obligadas creo yo. Y no es fácil. Para nada.
Tener que aceptar como hombre que tenías bajo la manga ciertos ases y que creciste y viviste por sobre las mujeres en todos los sentidos... es jodido.
Tener que reprogramar y configurar la cucusa de acuerdo a un nuevo orden que deje a los géneros en igualdad de derechos y condiciones... es jodido también.
Pero más allá de lo jodido, siempre lo celebré.
No me resultó complicado adaptarme a ciertas premisas que la bola de nieve traía consigo con su paso.
Odio hablar así de mí mismo, pero tengo que decir que existían cosas que no me sorprendieron. Cosas que manejaban una lógica a la que ya estaba acostumbrado. Lo que generaba un entendimiento instantáneo.
Otras que me parecieron, y parecen una ridiculez. Pero que como característica de paradigma en proceso, entiendo y acepto.
Igualmente yo nunca dije seriamente cosas como:
"Todas las mujeres son iguales", "nadie menos" ( Ja! insisto, que buenos tiempos!), "salvemos las dos vidas", que se yo... "feminazi"...
De hecho me resultaron frases excelentes con las cuales hacer humor y de las cuales reírme...
Es clara la posición que tomé. Ahora, con esto. Y siempre con otro tipo de cuestiones socio-culturales.
Tenía yo 2 años, y está claro que no participé. Pero siempre recuerdo la imagen del pueblo argentino aquel marzo/abril del 82 abucheando al presidente en pleno tambaleo de la dictadura durante algunos fines de semana y vivarlo y festejarlo el fin de semana siguiente.
Por eso y por otras cosas semejantes es que comprendo la ebullición del proceso de un cambio inminente.
Por eso comprendo marchar de la mano de la persona que amás con un pañuelo verde atado al cuello y un mes después escuchar que no te quiere ver ahí de nuevo nunca más...
"Cuando el carro anda, los melones se acomodan" reza el axioma en el librito del disco "Lobo suelto, cordero atado" de los Redondos.
Todo proceso requiere de un tiempo también... no?
Recuerdo haberle dicho eso un par de veces.
Hasta le dije que quizás no estuviéramos presentes para ver la consumación de toda esta gesta fémina que estábamos presenciando.
Y lo sé porque cada tanto leo nuestras conversaciones.
A veces eran agarradas más que conversaciones.
Jaja!
La culona se enojaba. Mal. Se ensañaba. Se envenenaba.
Y yo siempre me quedaba tranca... Le seguía la corriente porque me encantaba leerla, me encantaba verla desarrollar el tema del que estábamos hablando. Porque se veía que no estaba traído del aire. Y que se había mandado al buche varios libros...
Era definitivamente admirable.
En varias ocasiones las charlas se volvían clases. Y mi calma se iba desvaneciendo de a poco.
Jaja!
Y de pronto te sentías un alumno con problemas de aprendizaje que se la llevaba directo a marzo, y a veces un pelotudo que no sabía nada de la vida, más o menos.
Y otras, que ya derrapaban, porque de sentirte un alumno pasabas a sentirte un abusador, un violador, un pajero, hasta un pedófilo que se quería coger a su hija.
Puedo decir, tranquilísimo, que jamás me rebajé a ese nivel.
Nunca la trate de esa manera. Nunca.
Dolía que tanta intensidad que le ponía opacara todo eso que tenía para decir.
Prefería callarme. Prefería darle la razón, aunque en una charla eso fuera irrelevante.
Porque era una charla...!!
Solo quería dejar en evidencia, en esa instancia, que ya no se podía hablar.
Y sí. Yo también dije cosas en toda esta cantinela.
Y otras las he hecho. Que es peor.
Tampoco iban a creer que soy la víctima en este cuento...
Soy un hombre! El hombre de esta historia! El villano...!
Jaja!
Primero, y lo considero necesario, tengo que dejar claro que dije alguna de estas cosas con el modo "pelotas hinchadas", u obligado por el constante cascoteo, o con el modo "boludo" encendido, porque de otra manera, y en algunos casos, no tiene el menor sentido.
Frigi.
Una vez le dije "frigi".
No recuerdo con exactitud cuál fue el contexto. De donde derivó... Pero tengo en la memoria algunas alternativas.
Cronológicamente, creo que fue más o menos al principio.
No sabría definir cuantas "etapas" tuvo esta historieta, pero sí puedo decir que seguramente fue en una de las primeras.
Y que, al menos en el aspecto "sexual", fueron muy distintas.
Cuando empezamos a hablar ... y vernos... la culona estaba encendida. "Prendida fuego" dicen algunos.
A ver... desmitifiquemos:
No era ninguna "frigi". Que quede claro.
Le gustaba mucho coger. Y la mayoría de las veces ella tomaba la iniciativa. La tenía clara.
Tenía ... ideas, que en un principio me sorprendieron.
Admito que me tomaron desprevenido. Yo no era un improvisado, había llevado a cabo ya algunas "ideas" en mi carrera. Ja!
Pero no me esperaba que me propusieran algunas de ellas.
No recuerdo haberlo pensado aquel tiempo, pero hoy, mientras estoy escribiendo esto se me viene a la cabeza la expresión "mente abierta", o algo así. Eso que refiere al libre acceso a la baraja de posibilidades que se manejan a gusto y piacere en cierto aspecto en particular. En este caso, el sexual.
No me animaría a afirmar muy sueltito de cuerpo que la palabra "taboo" llegara a asustarla. Nah!
A ver ... ella no tenía dramas en entrar a un "sex shop" a comprarse sus juguetes como quien entra a un minimarket a comprarse cigarrillos.
Como que daba la sensación de que era un tema con el que ya había lidiado alguna vez, y lo tenía controlado y en orden.
Hasta recuerdo que una vez me llevó a uno de esos locales. Lugar al que jamás había entrado antes en mi vida. Ni siquiera como acompañante.
Se entiende, no? Es como que en ese tema del sexo no existía ya un complejo; si es que alguna vez había existido.
Como que no le generaba un dilema... o al menos eso se veía.
Cierta vez empezamos a jugar por medio de estas aplicaciones que en esta época, la interné ponía a disposición.
Que quiero decir específicamente...? Nos mandábamos fotos en bolas. Supongo que estábamos calientes, y le poníamos onda porque nos teníamos ganas y estábamos lejos, que se yo...
La cosa es que te mandaba un par de fotos, y obvio subían la temperatura y yo la alababa, la piropeaba y le decía:
- Que turrón hermoso, si te agarro bla bla, te chupo acá, te muerdo allá, que pum, que pam...
Cosas que la situación ameritaba... si total estábamos a 1000 km. de distancia! Era un juego...!
Entonces le decía, por ejemplo:
- A ver esas tetas, mi zorrita...
Y ella me decía:
- No, ya me cambié!
JAJA...!
A la mierda el juego...
No se si lo de "frigi" fue por eso, aclaro. Pero puede ser.
Recuerdo también que tenía la costumbre de borrar las fotos a los segundos de habértelas enviado.
Si estabas en línea o no en la charla, daba igual.
O sea... desbloqueabas el celular y veías que tenías 5 o 6 mensajes eliminados.
- Para que las mandas? le preguntaba.
A raíz de eso le pedí que no me mandara más fotos. De nada.
Desnuda. Vestida. De un paisaje. De un perro. De nada.
Sabía que me encantaba verla. Y pensaba que estando a mil kilómetros de distancia, jugar de esa manera era la que nos quedaba... Pero bué...
Es probable que lo de "frigi" haya surgido ahí.
Obviamente , y desde ya, que ella no tenía ninguna obligación de mandarme ni una sola foto de una teta, ni de nada. Nunca en todo lo que duró la relación. Ni de proponerme esas... "ideas" que me propuso en algún momento para que hiciéramos en pareja.
Ni que en nuestras charlas especificáramos con lujo de detalle aquello que deseábamos hacernos el uno al otro.
Ni era obligación que un día me mostrara una remera que había hecho pintada con la palabra "papi".
En fin...
Muchas cosas no eran (ni son) una obligación dentro de una pareja. No hay un código, ni un artículo, ni una ley que obligue a hacer sin chistar ese tipo de cosas, y muchas (muchas) otras similares dentro de lo políticamente correcto, por decirlo de una manera.
Pero por ser una pareja de dos, o tres, o cuatro, o los que fueran, es que se necesita un consenso. Porque es muy probable que no queramos o deseemos todos las mismas cosas. Y tampoco que estemos dispuestos de la misma forma a llevarlos a cabo.
Lo que NO justifica de ninguna manera que yo llame "frigi" a nadie por estar en desacuerdo.
Y menos con una piba que le gustaba y disfrutaba mucho coger.
No tiene el menor sentido.
Y nobleza obliga, hay que decirlo, yo me volvía loco cuando nos mandábamos fotos. Me encantaba. Me encanta HOY que una mina me mande fotos. Y no me copaba la idea de que no me manden más cuando ya arrancabas viaje... y me rayaba.
MAL. Es verdad. Esta mal. La mina no quiere mandarte más fotos ... no te manda más. Y punto.
Es algo con lo que me costaba lidiar. Y enseguida me ponía en boludo. Y en ese modo me salían esas calificaciones que ella no se merecía.
"Histérica" era otro. Y también venía por este tipo de comportamientos pelotudos que a un machista como yo, en este tema del sexo virtual, le cuesta manejar. Y enseguida se pone como el nene al que no le dan el juguete que quiere...
A ver... quiero que se entienda algo. Porque definitivamente yo soy un pelotudo importante en estas cuestiones, pero nosotros vivíamos a 1000 kilómetros de distancia. En mi cabeza latía la idea de que al no estar juntos, JUGAR por medio de estas aplicaciones, ya que no podíamos vernos en persona, era la que nos quedaba... hasta que nos veíamos.
Y creía que ella pensaba igual.
Con el tiempo, me convenció la idea de que, sin duda, ella pensaba igual, peeeeero debido a algunas cositas que yo me mandé, como ésta que acabo de desarrollar arriba, es muy probable que haya cambiado de opinión.
Cierta vez, husmeando en mi computadora, ella encontró las fotos de minas que yo tenía archivadas. Y se pudrió todo. Es muy factible que eso haya puesto en duda su decisión de JUGAR conmigo en este aspecto. De alguna manera, las fotos que ella me mandara... iban a ser parte de otras mil fotos de otras minas que yo tenía guardadas. Se entiende así su decisión, totalmente. Claro.
No era así. Desde ya. Hubo un tiempo en que yo me había hecho la cabeza de que ella era la persona que amaba, y en ese sentido, la respeté. Era ella. Y se podría decir que la corté un poco con esos mambos.
Recuerdo que en eso estábamos de acuerdo. Ella me dijo más de una vez que me creía en ese, mi buen papel en la pareja, (sic) y yo, creía que lo que me decía era verdadero, que era real. Realmente no dudaba de eso.
Siempre fue un "buen papel" el mío..?
Definitivamente NO.
Y eso me queda justo para plasmar acá, siguiendo este orden oprobiosamente autobiográfico, que en cierta oportunidad me mandé, seguramente la del año.
Hasta recuerdo donde estaba tomando servicio la vez que pasó.
Me acuerdo atender su llamada pidiéndome explicaciones y preguntándome quien era la fulanita que la había llamado o escrito preguntándole quien era ella o qué relación tenía conmigo.
No es algo que haga sentirme orgulloso. Para nada. Y cada una de las muy contadas veces que me encontré en esa situación o alguna similar, me recuerdo a mí mismo pidiéndole perdón de la forma más patética que yo recuerde entre los hechos más patéticos dentro de mi historial.
Y encima vía telefónica...!
Jaja! Lamentable.
El dato de color de este recuerdo es que yo jamás había garchado con esta fulanita en cuestión.
Por supuesto que en este planeta, nadie te cree eso, y menos todavía con una piba que te lloraba por teléfono deseándote entre dientes la muerte inmediata por el injusto dolor que le habías causado.
Es conveniente decir, y de ninguna manera en forma de excusa, que hasta ese momento no habíamos establecido una formalidad en nuestra relación. Al menos que yo recuerde.
Ella fue una chica que conocí en una de las aplicaciones de chat que utilizaba en mi celular.
Y nobleza obliga, tengo que decirlo:
Primero, una de varias chicas que conocí.
Y segundo: la última compañera que tuve.
Y no. No fue una más.
(Por qué carajos me pondría a escribir todo este choclo, no...?) Jaja!
Entre esos extremos sucedieron muchas más cosas que las que describo acá...
Cosas muy lindas. Y otras feas.
Sinceramente no tengo la fórmula para recordar con odio a la gente que formó parte de mi vida...
Sobre todo cuando las amé durante ese proceso.
Por eso valoro esas cosas. Las guardo. Las atesoro.
Intento conservar conmigo esos hermosos recuerdos. Muy a pesar de los malos.
Y es muy probable que por eso mismo cueste tanto aceptar que todo este mambo amoroso haya terminado. Y hace rato.
Sí. Hace rato.
Diría que dejar ir es más fácil. Solo te lleva algunos intentos.
Pero arreglar el mambo que te queda adentro... ahí te la regalo.
El video que había hecho para subir la primera vez acá no duraba ni cerca de lo que dura éste.
La canción no era la que finalmente terminó quedando.
Solo un par de segmentos que decidí dejar y otros que obviamente con el tiempo que pasó, fui agregando a medida que fue recordando. Y relacionando.
Le contaba a mi amiga que me sentía satisfecho con el resultado. Y hasta lo comparábamos con la polémica que siempre se genera cuando alguien se refiere al significado de las letras de los redondos.
Obvio... sin contar al bobi que realmente piensa que todas hablan de la droga. (Cuack!)
Porque es probable que quién lo mire, fuera del contexto totalmente requerido y necesario acá, se quede con un pegote de segmentos visuales musicalizados y nada más.
Como quien escucha una frase ricotera y no la analiza desde un marco especifico, y empieza a preguntarse qué carajos significa que en "6 minutos nuestra mami va a contestar".
Nada esta ahí porque sí. Nada. Y eso me encanta.
Y de alguna manera me satisface en cuanto al gran trabajo que te lleva hacerlo.
Pensar. Recordar. Buscar. Encontrar. Ver. Mirar. Escuchar. Elegir. Recortar. Ordenar. Sincronizar. Subtitular.
Por supuesto que es más fácil parar el celular delante mío y ponerme a hablar. O a leer lo que escribí simplemente. Pero eso lo hace cualquiera, y no requiere mucho esfuerzo. Y la verdad no me copó demasiado cuando lo hice.
Por ejemplo, la canción que cierra el video, es una canción ochentera que en ningún momento se me ocurrió incluirla.
Porque nunca fue de mis canciones predilectas, y no hubiera estado ni siquiera dentro de las 100 canciones elegidas para este video.
Pero, y hete aquí a lo que iba, que en el único programa de tele abierta que veo, la intérprete de este tema estuvo como invitada y realizó una versión de esta canción que me resultó increíblemente hermosa.
Dicha intérprete se encontraba en medio de una gira presentación donde celebraba los 20 años de la edición de aquel disco que agrupaba unas versiones acústicas de sus mejores temas, con el agregado de clásicos nacionales y la participación de grandes artistas de nuestro rock.
Fue así que decidí cambiar el tema que había elegido para este video por esta versión hermosa.
Ojota! que no era malo el otro tema, pero este me resultó más emotivo. Más emotivo en cuanto a la interpretación.
Solo una guitarra. Una voz imponente. Y el ambiente y el clima que crea con solo esos ingredientes es...
Bue...
Y la letra ni hablar... (Que lo parió...)
Entiendo la sugestión que genera todo este mambo de amor irresuelto, y que te obliga a pasar las cosas por ese filtro, pero no se le puede dar una cuota de participación a la casualidad acá...?
Es decir... justo ahora se celebran 20 años de ese disco?
Justo esa canción interpretó, en el (justo) único programa de tele abierta que veo por YouTube...??
Justo ahora que estoy escribiendo...??
Daaaaaale!
Hasta el título...!! Jaja!
