miércoles, 25 de noviembre de 2020

 

"Dicen que escapó este mozo

del sueño de los sin jeta,

que a los poderosos reta

y ataca a los mas villanos,

sin más armas en la mano,

que un diez en la camiseta"




La verdad es que no me gusta sentarme a escribir por escribir.
Me copa la idea de primero llenarme de datos e informaciones y recién ahí poder redactar algo sin miedo a escribir cualquier cosa.
Sin miedo a estar mintiendo. Sin miedo a estar mandando fruta...

Pero hoy no es un día de esos.
No hace falta hoy que yo recurra a ningún libro a corroborar ninguna información.
Solo deseaba plasmar, una vez más, algunas palabras que sirvieran de homenaje o de respeto a este tipo que ha dado tanto que hablar a millones de lenguas rapaces. Y otras no tanto.

Porque hoy es el día en que murió Diego Armando Maradona. El Diego.
Y la verdad es que me siento para el orto.

 

Era la una y pico. Ya habíamos cerrado el banco y ahí estaba yo preparándome el mate.
Cuando veo que una compañera se acerca con el celular en la oreja y los ojos incómodos bajo un ceño confuso. La miro extrañado.

- es verdad, papá? - la escucho preguntar.

Y empieza a llorar.

 

Lo primero que pienso es que se le murió la madre, la tía, la perrita...! Qué se yo!

- Se murió Maradona - dice con la voz quebrada.

 

Y yo me quedo mirándola. Y pienso:

- La puta que te parió, hija de puta, que decís?

- Qué...? - le pregunto re-contra desencajado.

Agarro el celular y abro el feisbu.
Busco las noticias y veo algunas publicaciones.

"Se descompensó Diego"
"Preocupación por Diego"
"Fuerza, Diego".

No decía nada de eso!

Le escribo a mi amiga y le ruego:

- Decime que es una joda.

- Aaay no see - me dice.
No vi nada... No puede ser.

Y mientras sigo mirando esas noticias, me llega un mensaje de mi vieja.

- Uhhhh, nene se murió Maradona. Recién dicen en la tele.

Era verdad.

Yo seguía buscando la noticia donde lo desmentían totalmente.
Y ulteriormente me imaginaba al Diego puteando a los pasquines porque lo habían matado por enésima vez.

Lo veía mirando a la cámara, agitando el dedo acusador con aquella recordada cara de "que la sigan mamando" contra algunos de esos buitres de la caja boba que siempre lo odiaron y jamás lo comprendieron.

 

Pero no.
Era verdad.
Diego Armando Maradona había muerto por un paro cardiorrespiratorio a los 60 años.
Y les guste o no, una parte de nuestra cultura moría con él.

 

Mientras escribo, escucho el noticioso y me llegan al oído algunas declaraciones de diversas personalidades.
Me quiebran sus palabras y lloro como un boludo.
Escucho a Valdano aguantarse con un nudo en la garganta y no poder decir nada porque la emoción lo puede.
A deportistas totalmente consagrados dar sus saludos y respetos a la familia acongojada.
Deportistas de la talla de Messi, de Cristiano Ronaldo, Pelé, Tyson, Manu Ginobili, Usain Bolt, Del Potro, Luis Suarez, Romario, Del Piero, bue... podría estar toda la tarde mencionando a otros monstruos que se expresaron para dejar claros sus respetos al Diez.

Escucho a nuestro presidente decir que recibió los llamados de algunos presidentes de otros países para transmitirle sus pésames y el dolor ante el deceso de Diego.

Y como si fuera un chiste, entre medio de todas estas demostraciones de respeto y admiración, veo las opiniones de los nadies.
Todos conocemos a un nadie... no?

Diego, como el gigante que fue (y que será) se puso en la mochila las millones de frustraciones, defectos, y limitaciones que el argentino medio le chantó.
Y mierda que se hizo cargo.
A vos te parece, Juan Carlos Nadie, que de verdad podés juzgarlo?
Desde dónde? Desde que lugar...? Con qué...??
Como alguien puede ser tan hipócrita de creerse con el derecho o la propiedad de hablar de un tipo drogadicto.
Un tipo que reconoció su adicción. Y las consecuencias que eso le trajo a su vida. A su familia, a su carrera...


- Ay, que se haga cargo de todos los hijos que tiene por ahí...! - dice una conchuda mientras se saca una foto para subir al instagram.

- Y vos quien sos..? La llorona..?
Dejémonos de joder.

A Diego jamás se le perdonó su condición y sus raíces de villa.
A los nadies les enfermó siempre que el negrito se paseara por las más grandes calles del mundo...
Que sea zurdo. (Tomalo como quieras).
Que levantara las banderas populares y que hiciera suya, a su modo, la lucha de los pueblos latinoamericanos.
Que sonriera en las fotos que se tomó con Fidel, con Lula, con Chávez, con Evo, con Correa...

- Pobre Claudia, esa sí que tiene aguante! Él la cagó con medio mundo. - dice un nadie que se quiere garchar a la novia del amigo.

Diego no era dios. Era un tipo. Común. Como vos. Como yo.
Lleno de defectos. Con errores. Con vicios. Con adicciones.
Pero él se ganó su lugar, lo que tiene, pateando una pelota.
Y vos, nadie, esperas que alguien te lea los comentarios que haces en feisbu desde tu celular enganchado del guaifai de tu vecino.

Tenes que entender que esa mierda de hacer leña con el árbol caído es una tarea que solo un hijo de puta se puede tomar en serio.
Más allá de que sea Maradona, la posta es que se acaba de morir un tipo al que vimos patear una pelota con una camiseta celeste y blanca.
Sí. Esa. La misma que vos usas, nadie.
Mínimamente, un poco de respeto.



Son las 10 de la noche. Mañana hay que trabajar. Y yo me tengo que ir a dormir.
Lo mío con Maradona no tiene que ver con el futbol per se.
Digamos que el fulbo no es lo mío.
Pero como dije más arriba, Maradona en su grandeza, deja a la vista la hipocresía de la que el argentino medio pareciera hacer gala.
Y eso es lo que me toca las pelotas. Y lo que genera que yo me ponga a escribir esta suerte de descargo en un día de mierda como es el de hoy.
Por suerte ya termina.